Esta página nos habla brevemente acerca de la vida de la heroína Josefa Ortiz de Domínguez ,nos ilustra sobre sus acciones ,su intervención en la independencia y su valentía ,también nos ayuda a reflexionar haciéndonos  las siguientes preguntas:

1. ¿En verdad somos verdaderos patriotas?
2. ¿Qué haríamos por nuestro país?
3. ¿Seriamos capaces de dar la vida por nuestra patria ,Como lo hicieron los héroes que nos dieron patria?

DOÑA JOSEFA ORTIZ DE DOMÍNGUEZ

La corregidora de Querétaro heroína de la independencia nació en la  Ciudad de México nacida entre una familia de españoles de clase media  su nombre original era  María de la Natividad Josefa Ortiz de Domínguez, la corregidora quedo huérfana desde muy niña y quedo bajo el amparo de su hermana doña María Sotero.

Su padre se llamaba Juan José Ortiz y su madre María Manuela Girón, se educo en el colegio de las Vizcaínas donde aprendió a leer, escribir ,nociones básicas de matemáticas, a bordar, coser y cocinar de  este colegio salió en  1791 después de su estancia de dos años.

Contrajo matrimonio con el corregidor de Querétaro (don Miguel Domínguez)  el cual en aquellos años trabajó en la secretaria de la Real Hacienda y en la oficialía del virreinato de Nueva España gracias a sus buenas relaciones con el virrey Félix Berenguer, Miguel Domínguez, fue nombrado Corregidor de Querétaro en el año 1802.

Durante los primeros años de matrimonio, Josefa se hizo cargo de las labores domesticas y educación de los dos hijos de su esposo, puesto que Miguel era viudo cuando contrajeron matrimonio. Todo parece indicar que la pareja fue feliz puesto que  durante los años que permanecieron casados tuvieron doce hijos. Además de las labores domesticas  Josefa defendió los intereses de las clases bajas y también  hizo hincapié en las reivindicaciones de indios mexicanos, los cuales vivían en condiciones lamentables por esta razón siempre busco defender los derechos de los indígenas y como ella era la esposa del corregidor de Querétaro aprovecho para hacer numerosas obras de caridad.

En 1808 se inicio la invasión napoleónica que dio paso a la independencia antes de esto ya  comenzaban a estallar las conspiraciones destinadas a acabar con lo que se estaba llevando a cabo, cada vez se hizo más claro para muchos, la necesidad de construir en México un Estado en el que imperaran los valores democráticos.

El matrimonio de los corregidores Domínguez abrió las puertas de su casa para que se hicieran reuniones  de carácter político en ellas se tomarían decisiones para iniciar el movimiento revolucionario, en estas reuniones acudían algunos de los más famosos revolucionarios de los primeros momentos de la independencia mexicana, como es el caso de los capitanes Arias, Aldama e Ignacio Allende, el cual parece que fue pretendiente de una de las hijas de Josefa.

El 13 de septiembre de 1810 se informó al juez eclesiástico Rafael Gil de León, que se estaba preparando una conspiración en Querétaro para proclamar la independencia de México, puesto que se estaban almacenando armas en las casas de los protagonistas del movimiento revolucionario. Rápidamente dicho juez informó al corregidor Domínguez para que interviniera en el asunto.

Miguel Domínguez, aunque no participó de forma activa en las reuniones que se hacían en su casa, conocía perfectamente a los implicados en la conspiración, pero fingiendo ignorar la situación, comenzó a realizar los registros que el juez le ordenaba.

La intervención de Josefa en la causa de la independencia fue decisiva pues su papel consistía en mantener informados a los principales caudillos de cuanto pasaba en Querétaro y que ella por ser esposa del corregidor conocía oportunamente, Miguel Domínguez tras informar a su esposa de que la conspiración  había sido descubierta por las autoridades españolas, decidió encerrarla en su habitación para evitar que informara a los implicados, y esto lo hizo con el fin de  salvar a su familia y a él mismo de posibles represalias, puesto que eran conocidas tanto sus inclinaciones políticas como las de su mujer , Pero Josefa decidió intervenir y avisar a los revolucionarios. De este modo elaboró una nota con letras impresas sacadas de periódicos; para evitar que se reconociera su propia caligrafía; y decidió enviársela al capitán Allende a través del alcalde Ignacio Pérez, el cual cabalgó en busca del capitán y al no encontrarle en San Miguel el Grande, entregó la misiva al padre Miguel Hidalgo.

Tras la notificación de Josefa, el padre Hidalgo decidió adelantar el levantamiento a la madrugada del 16 de septiembre de 1810. En un principio, dicho levantamiento estaba previsto que se iniciara el 1 de octubre de ese mismo año. Miguel Hidalgo aprovechando su posición como párroco de Dolores, convocó a sus feligreses y les insistió a luchar por conseguir un gobierno más justo y logró su propósito, puesto que la mayoría de los convocados eran indios, los cuales se encontraban en una situación precaria debido a las malas condiciones de vida y a las tremendas desigualdades que imperaban en la vida del virreinato.

Gracias a doña Josefa fue avisado con toda oportunidad el cura Hidalgo y muchos conspiradores pudieron escapar antes de ser detenidos por las autoridades virreinales. Pero Josefa no salió bien parada de su arriesgada acción.

El 14 de septiembre, tras recibir noticias de Hidalgo, mandó una carta al capitán Arias, para que se preparara para la lucha, pero éste la delató y tanto su marido como ella fueron detenidos el mismo día que se produjo el grito de Dolores.

Tras su detención, Josefa Ortiz de Domínguez fue conducida al convento de Santa Clara y su marido al de Santa Cruz, ambos situados en la ciudad de Querétaro. Miguel fue juzgado y destituido, pero fue liberado gracias a la intervención popular, puesto que durante los años que ejerció como corregidor había demostrado su apoyo a las clases más desfavorecidas, ya que con anterioridad, se había mostrado contrario a aplicar la medida propuesta por virrey, para sanear la economía y recaudar fondos, de poner en venta los bienes de las obras pías, instituciones benéficas que arrendaban tierras a bajo precio.

Josefa, por su parte, fue trasladada a México D.F., en el año 1814 y fue recluida en esta ocasión en el convento de Santa Teresa.

En los últimos años de su vida Josefa Ortiz de Domínguez estuvo relacionada con los grupos liberales de carácter radical. En todo momento se negó a recibir cualquier recompensa, por el apoyo que había prestado al movimiento revolucionario que fue la independencia, ya que opinaba que no había hecho más que cumplir con su deber de buena patriota.

Falleció en México D.F., el 2 de marzo de 1829, a la edad de sesenta y un años. Sus restos fueron enterrados en el convento de Santa Catalina aunque algún tiempo después fueron trasladados a Querétaro, donde reposan junto con los de su marido, en el Panteón de Queretanos ilustres, en un mausoleo construido en su honor en 1847 en el antiguo huerto del convento de la Cruz.

V P S ......!!

Bibliografía:

•   Josefa Ortiz de Domínguez 
•   Independencia de México editorial “RAF” VOLUMEN 2 pp.509
•  Biografía de Josefa Ortiz de Domínguez
•  www.biografiasyvidas.com/biografia/o/ortiz_josefa.htm